viernes, 20 de mayo de 2011

El bien de algunos o el bienestar de todos

Cuando se evalúa la posibilidad de hacer crecer la superficie de Santiago, es necesario analizar criterios de bienestar pero también de eficiencia. Las políticas públicas deben ser regidas por criterios de justicia y equidad; no cabe duda que repartir la torta de mejor manera es una tarea pendiente, pero antes tenemos que preocuparnos de hacer crecer esta torta que se llama bienestar social.

La problemática que plantea esta decisión por parte de nuestras autoridades tiene múltiples aristas. Los economistas debemos aportar desde aquello que nos es propio: la eficiencia en la toma de decisiones.

La política y la eficiencia parecen ser antagonistas en esta historia. Mientras más política sea la decisión, mayor cantidad de presiones provenientes de diferentes sectores existen. Lo anterior genera que el énfasis en la evaluación de las distintas alternativas esté puesto en atender intereses ajenos a aquellos que corresponden a los del bienestar social.

Teniendo claro este panorama, es necesario conocer algunos antecedentes generales del problema. La región Metropolitana tiene una superficie de 15.403,2 km2, representando el 2.0% de la superficie del país, mientras que la población regional es de 6.061.185 habitantes, equivalente al 40.1% de la población nacional y su densidad alcanza a 393 hab/km2. Las ciudades chilenas han casi duplicado sus superficies construidas los últimos treinta años, especialmente durante la última década.

Este rápido proceso de urbanización ha generado el principal problema que presentan hoy las grandes ciudades. Los cambios en los usos y coberturas de los suelos naturales, agrícolas y forestales han deteriorado el estado y funcionamiento ambiental de estos territorios.

La sustitución de áreas verdes por espacios urbanos, ha generado una serie de impactos sobre el medio ambiente de la ciudad. Uno de los principales corresponde a los cambios y desequilibrios sobre el clima. Tal impacto no solo se manifiesta de manera directa en la ciudad a partir del aumento de las edificaciones, sino que también genera externalidades negativas, tales como el aumento de los niveles de contaminación atmosférica.

La contaminación, además de ser un mal en sí mismo es causa principal de una de las dificultades más grande del servicio de salud pública. Las enfermedades respiratorias agudas ocupan el primer lugar como motivo de consulta al médico, y las formas graves son causa de un gran número de defunciones sobre todo en los menores de 5 años. Los ancianos también pueden verse afectados severamente por estas enfermedades. Al haber un aumento en los niveles de contaminación habrá mayor demanda y colapso en los hospitales, agravando la actual situación del sistema.

Además de estas ineficiencias que se producen por el lado de la contaminación y de las enfermedades respiratorias, la toma de decisiones que deja de lado la persecución del bien común pasa por alto riesgos que incluso atentan contra la seguridad de las personas. Las presiones económicas muchas veces hacen que los planes reguladores transen normas básicas de seguridad como son las cotas máximas de construcción y los espacios en que se permite edificar. A causa de esto, gran parte de Santiago se encuentra hoy expuesta a desastres naturales por estar ubicada sobre la Falla de San Ramón o en espacios susceptibles a derrumbes y aludes.

Las grandes distancias y la sobrepoblación generan ineficiencias en cuanto la pérdida de tiempo por traslados extensos y por la congestión causada por la falta de accesos expeditos afecta la productividad de la ciudad en su conjunto. Las personas ven sumadas incluso varias horas a sus jornadas laborales a causa de estos viajes.

Si bien es cierto que el crecimiento poblacional es parte del crecimiento económico necesario para el desarrollo de nuestro país, hay formas más eficientes y sustentables de lograr aquel cometido. Chile es de los países más centralizados del mundo dada su estructura económica. Los incentivos deben estar puestos en lograr el desarrollo de otras ciudades además de Santiago. Para lograr lo anterior, el primer escollo que se debe superar son las presiones económicas. Siempre serán más potentes aquellas provenientes de la capital, por lo que la voluntad política debe ser más fuerte y velar por el verdadero bienestar social y no el bien de algunos.

2 comentarios:

  1. Mathias

    En general, creo que abordas muy bien el tema y se nota que tienes un amplio dominio de él.
    Está bien estructurado y se nota la coherencia a medida que se va leyendo.
    Sin embargo, creo que es muy extenso ya que cuenta con demasiados párrafos al tener demasiada información. A veces el texto es más expositivo que argumentativo siendo que debiese ser más argumentativo con pequeñas partes expositivas. Creo que deberías tratar de resumir la información que entregas, con el fin de que disminuyas la extensión del texto, debido a que algunas veces concluyes en el párrafo siguiente en vez de hacerlo en el mismo.

    La redacción es muy buena, pero deberías revisar el uso de comas, ya que hay veces en que no hay pausas en tus ideas. Y deberías revisar tu uso de conectores.
    El uso del lenguaje es el correcto, sin embargo creo que hablar de “repartir la torta” es un poco coloquial y no corresponde.

    Espero que mis comentarios te ayuden, que estés bien, saludos!

    Silvana Villagra S.

    ResponderEliminar
  2. Mathias:
    Concuerdo plenamente con Silvana.
    Hay evidentesproblemas con el objetivo del escrito y con la extensión.
    Te recomiendo que vuelvas a leer el módulo, el contenido referido a puntuación porque en eso radican las principales falencias textuales de tu escrito.
    Te recuerdo, además, que debes citar las fuentes de dónde obtuviste la información. De lo contrario, tu texto sería un plagio.

    Saludos,

    Evelyn.

    ResponderEliminar